El verano y la costa, invitan a aprovechar al máximo la playa, no solo para relajarse, sino también para realizar ejercicio físico. La playa es un entorno ideal para practicar deporte, combinando los beneficios del aire libre, el sol y el mar. Realizar ejercicios en la arena y en el agua no solo es una forma divertida de mantenerse activo, sino que también proporciona múltiples beneficios terapéuticos, ayudando a mejorar la movilidad, reducir el riesgo de lesiones y acelerar la rehabilitación. Aquí te presentamos algunos ejercicios clave que puedes realizar en la playa y en el agua, diseñados desde un enfoque fisioterapéutico.
Realizar sprints en la arena no solo fortalece los músculos de las piernas, sino que también mejora la propriocepción y el equilibrio.
Cómo hacerlo: Corre a máxima velocidad por 20-30 metros, descansa y repite de 5 a 10 veces. La resistencia de la arena suaviza el impacto en las articulaciones, lo que es ideal para la rehabilitación de lesiones en rodillas y tobillos.
Las sentadillas con salto en la arena mejoran la fuerza y la potencia muscular, especialmente en los músculos de las piernas y glúteos.
Cómo hacerlo: Desde una posición de sentadilla, salta tan alto como puedas. Aterriza suavemente y vuelve a la posición inicial. Realiza 3 series de 15 repeticiones. Este ejercicio es beneficioso para mejorar la estabilidad y la coordinación.
Las flexiones en la arena involucran más al core y a los músculos estabilizadores, lo que es beneficioso para la rehabilitación de lesiones de la parte superior del cuerpo.
Cómo hacerlo: Coloca tus manos en la arena y realiza flexiones normales. Para un desafío adicional, coloca tus pies en una elevación. Haz 3 series de 12-15 repeticiones. Este ejercicio mejora la fuerza del tren superior y la estabilidad del tronco.
Los burpees en la arena son un ejercicio completo que combina fuerza y resistencia, mejorando la condición física general y la capacidad aeróbica.
Cómo hacerlo: Desde una posición de pie, baja a una sentadilla, coloca las manos en el suelo y lanza los pies hacia atrás para quedar en posición de plancha. Realiza una flexión, vuelve a la posición de sentadilla y salta explosivamente. Repite durante 1 minuto, descansa y completa 3 series.
Las planchas son ideales para fortalecer el core y mejorar la estabilidad lumbar, crucial en la prevención de lesiones de espalda.
Cómo hacerlo: Mantén una posición de plancha, apoyándote en los antebrazos y los pies, con el cuerpo en línea recta. Sostén la posición durante 1 minuto. Completa 3 series.
Caminar en el agua proporciona una resistencia suave que es ideal para fortalecer los músculos sin ejercer demasiada presión sobre las articulaciones.
Cómo hacerlo: Camina en el agua hasta la altura de la cintura durante 10-15 minutos. Este ejercicio es excelente para mejorar la movilidad y reducir la inflamación en las articulaciones.
Este ejercicio fortalece los músculos del core y mejora el equilibrio.
Cómo hacerlo: Levanta una rodilla hacia el pecho mientras te mantienes de pie en el agua, alternando las piernas. Realiza 3 series de 15 repeticiones por cada pierna. La resistencia del agua ayuda a trabajar los músculos de manera suave y controlada.
Los desplantes en el agua son efectivos para fortalecer las piernas y mejorar la estabilidad.
Cómo hacerlo: Da un paso adelante con una pierna y baja la cadera hasta que ambas rodillas estén dobladas a 90 grados. Vuelve a la posición inicial y repite con la otra pierna. Realiza 3 series de 12-15 repeticiones por cada pierna. La flotabilidad del agua reduce la presión en las articulaciones, haciéndolo ideal para personas con problemas de rodilla.
Usar flotadores o mancuernas acuáticas puede ayudar a fortalecer los músculos de los brazos y la parte superior del cuerpo.
Cómo hacerlo: Sostén un flotador en cada mano y realiza movimientos de empuje y tracción bajo el agua. Realiza 3 series de 15 repeticiones. Este ejercicio ayuda a mejorar la fuerza y la resistencia muscular de los brazos y el pecho.
Realizar ejercicios de abdominales en el agua puede ser muy efectivo y seguro para la espalda.
Cómo hacerlo: En posición de flotación, lleva las rodillas hacia el pecho y luego estíralas nuevamente. Realiza 3 series de 15 repeticiones. La resistencia del agua proporciona un desafío adicional sin el riesgo de lesiones.
Aprovecha los beneficios terapéuticos de la playa y el agua para fortalecer tu cuerpo de manera segura y efectiva. En Corporis estamos aquí para ayudarte a mejorar tu salud y bienestar a través de ejercicios terapéuticos personalizados. Si tienes alguna pregunta sobre cómo integrar estos ejercicios en tu rutina o necesitas un programa de rehabilitación adaptado a tus necesidades, no dudes en contactarnos.
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