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DOLOR AL LEVANTAR EL BRAZO. ¿PUEDE SER UN PINZAMIENTO SUBACROMIAL?

Una de las causas más frecuentes de dolor en el hombro, especialmente al levantar el brazo, dormir de lado o practicar deporte, es el síndrome de pinzamiento subacromial, que suele acompañarse de una afectación del tendón del supraespinoso, una de las estructuras clave del manguito rotador.

En este artículo te explicamos en qué consiste este síndrome, por qué se produce y cómo lo tratamos en Corporis Fisioterapia Marbella.

 

🦴 ¿Qué es el pinzamiento subacromial?

El hombro es una articulación compleja que necesita estabilidad y libertad de movimiento. Entre el húmero (el hueso del brazo) y el acromion (una parte de la escápula que forma el “techo” del hombro) existe un pequeño espacio llamado espacio subacromial.

Por este espacio pasa el tendón del músculo supraespinoso, que ayuda a levantar el brazo, y también la bursa subacromial, una especie de «almohadilla» que protege el tendón.

Cuando ese espacio se reduce por alguna causa (mala postura, debilidad muscular, forma del acromion, sobreuso, etc.), el tendón del supraespinoso se comprime repetidamente, provocando dolor e inflamación: esto es el síndrome de pinzamiento subacromial.

 

⚠️ ¿Qué síntomas provoca?

Los síntomas del pinzamiento subacromial pueden aparecer de forma progresiva o repentina, según el origen del problema (sobrecarga, trauma, degeneración…). Estos son los más comunes y cómo se manifiestan en el día a día del paciente:

🔹 Dolor en la cara lateral del hombro

Es el síntoma más característico. El dolor suele localizarse en la parte externa del hombro, en la región del deltoides, aunque en muchos casos se irradia hacia la parte externa del brazo, sin llegar al codo.
Es un dolor sordo o punzante, que se acentúa con el uso del brazo y puede llegar a ser muy limitante.

🔹 Molestia o dolor al levantar el brazo

Uno de los signos más típicos es el dolor al elevar el brazo por encima de los 90 grados. Acciones tan cotidianas como peinarse, colgar la ropa, sacar algo de un estante o vestirse pueden provocar molestias intensas.
En fases agudas, incluso movimientos pequeños —como estirar el brazo hacia el volante del coche o abrir una puerta— pueden resultar dolorosos.

🔹 Dolor nocturno

Muchos pacientes consultan por dolor al dormir sobre el hombro afectado. Esta presión comprime aún más las estructuras inflamadas, dificultando el descanso.
Incluso sin apoyar directamente el hombro, el dolor puede aparecer en reposo durante la noche, lo que indica un componente inflamatorio o degenerativo más avanzado.

🔹 Pérdida de fuerza o dificultad funcional

El paciente nota que pierde fuerza al levantar o sostener objetos, incluso si el dolor no es excesivo. Esto puede deberse tanto a la inhibición muscular provocada por el dolor como a un deterioro real del tendón (tendinopatía o rotura parcial).
Aparecen gestos torpes, fatiga precoz o sensación de «falta de control» del brazo, especialmente en tareas prolongadas.

🔹 Crujidos, chasquidos o sensación de fricción

Durante ciertos movimientos, el hombro puede emitir ruidos (crepitación) o generar la sensación de que algo “roza” o se “engancha” dentro.
Esto suele deberse al roce del tendón inflamado contra el acromion o al engrosamiento de la bursa, que reduce aún más el espacio subacromial.

🔹 Dolor post-ejercicio o post-esfuerzo

En deportistas o personas físicamente activas, el dolor aparece o se agrava horas después de la actividad, especialmente si hay trabajo de fuerza, gestos de empuje o elevaciones repetidas del brazo.
Con el tiempo, el hombro pierde movilidad y el dolor puede cronificarse si no se trata.

 

🚨 ¿Cuándo sospechar de una rotura tendinosa?

Aunque el pinzamiento subacromial suele ser una lesión tratable sin cirugía, en algunos casos puede evolucionar hacia una rotura parcial o completa del tendón del supraespinoso u otros tendones del manguito rotador.

Presta atención a estos síntomas que pueden indicar una rotura:

  • Pérdida súbita e importante de fuerza: especialmente para levantar el brazo lateralmente o girarlo hacia fuera.
  • Imposibilidad de realizar ciertos movimientos: por ejemplo, no poder elevar el brazo por encima del hombro o mantenerlo levantado.
  • Dolor agudo tras un esfuerzo o un gesto concreto: como lanzar una pelota o levantar peso.
  • Sensación de desgarro o “latigazo” durante el movimiento.
  • Ruido articular intenso acompañado de pérdida de función inmediata.
  • Síntomas que no mejoran tras varias semanas de tratamiento conservador.

Si experimentas alguno de estos síntomas de forma persistente o repentina, no lo ignores. Una rotura tendinosa requiere un enfoque distinto y un tratamiento específico para evitar que la lesión avance o se cronifique.

👉 Cuanto antes se valore tu caso, antes se puede actuar de forma eficaz. En Corporis te ayudamos a entender el origen del dolor y te acompañamos en todo el proceso de recuperación, sea cual sea el grado de afectación.

 

📊 Resumen de síntomas según la fase de evolución

 

Fase Características del dolor Función del hombro Otros signos
Fase aguda (primeras semanas) Dolor intenso y constante, incluso en reposo o por la noche Limitada por el dolor, especialmente en la elevación Inflamación, calor local, hipersensibilidad
Fase subaguda (2-6 semanas) Dolor con ciertos gestos y esfuerzos, mejora en reposo Movilidad parcialmente recuperada, pero aún limitada Chasquidos, molestias tras ejercicio
Fase crónica (más de 6 semanas) Dolor leve-moderado, pero persistente Déficits de fuerza, compensaciones musculares Pérdida de rango, posible atrofia muscular
Rotura tendinosa sospechada Dolor agudo o pérdida súbita de dolor Incapacidad de mover o sostener el brazo Debilidad severa, impotencia funcional

 

🔧 ¿Cómo se trata el pinzamiento subacromial?

El tratamiento depende del grado de afectación del tendón y de la evolución de los síntomas, pero en la mayoría de los casos no requiere cirugía y responde muy bien a un enfoque conservador desde la fisioterapia avanzada.

🔹 Tratamiento conservador (no quirúrgico)

En Corporis Fisioterapia trabajamos con una estrategia personalizada, combinando técnicas manuales, tecnología avanzada y ejercicio terapéutico. Nuestros objetivos son: reducir el dolor, recuperar la función del hombro y evitar recaídas.

Nuestro abordaje incluye:

  • Terapia manual especializada
    Para reducir tensión y rigidez en músculos que suelen estar sobrecargados o acortados como el trapecio superior, deltoides posterior o pectoral menor. Esto ayuda a liberar espacio subacromial y mejorar la movilidad de la escápula.
  • Movilizaciones articulares
    Trabajamos la articulación glenohumeral, acromioclavicular y escapulotorácica para restaurar la biomecánica normal del hombro. Una escápula con buena movilidad es clave para evitar el pinzamiento.
  • Ejercicio terapéutico personalizado
    Diseñamos un plan de ejercicios progresivos para fortalecer los rotadores externos (como el infraespinoso y redondo menor) y mejorar el control neuromuscular de la escápula. Esto no solo alivia el dolor, sino que previene recidivas.
  • Ondas de choque o EPI® (Electrólisis Percutánea Intratisular)
    Cuando el tendón muestra signos de degeneración o tendinosis, aplicamos técnicas de estimulación regenerativa como la EPI® o las ondas de choque focales, que favorecen la reparación del tejido.
  • Neuromodulación y diatermia profunda
    Utilizamos tecnologías avanzadas como la neuromodulación no invasiva (NESA®) o la diatermia para modular el dolor, mejorar la vascularización y acelerar los procesos de regeneración.
  • Consejos posturales y ajustes en la actividad diaria
    Analizamos contigo gestos que te están sobrecargando (posición al dormir, trabajo con ordenador, conducción…) y te damos pautas para modificar rutinas y prevenir recaídas.

💡 Cada tratamiento es individualizado y evoluciona semana a semana, según tus progresos. El objetivo no es solo que desaparezca el dolor, sino recuperar completamente la funcionalidad de tu hombro.

 

🔹 ¿Y si hay rotura o el dolor no mejora?

En algunos casos más graves o crónicos, como cuando hay una rotura completa del tendón o el dolor persiste a pesar del tratamiento, puede ser necesario valorar la opción quirúrgica. La cirugía puede consistir en la reparación del tendón roto, la limpieza del espacio subacromial o la acromioplastia.

👉 Incluso en esos casos, la fisioterapia es esencial antes y después de la operación para garantizar una buena recuperación funcional, reducir el riesgo de adherencias y restaurar la fuerza y movilidad del hombro.

 

 

❓ Preguntas frecuentes sobre el pinzamiento subacromial

 

🕒 ¿Cuánto tiempo tarda en curarse?

Depende del grado de afectación del tendón y de la constancia con el tratamiento. En casos leves o moderados, con fisioterapia adecuada suele haber una mejora notable en 4 a 8 semanas. Si el tendón está degenerado o hay rotura parcial, la recuperación puede alargarse a 3-4 meses o más, especialmente si no se respeta el proceso de rehabilitación.

🔹 En Corporis hacemos un seguimiento continuo para adaptar el tratamiento según tus progresos.

 

🏋️ ¿Puedo seguir entrenando si tengo pinzamiento?

Sí, pero con modificaciones específicas. Lo más importante es evitar gestos que reproduzcan el dolor, como elevaciones por encima de la cabeza, press militar, fondos o dominadas.
En cambio, se pueden mantener otros ejercicios que no generen molestias y que trabajen la estabilidad escapular y la fuerza en rangos seguros.

💡 En consulta te orientamos sobre qué movimientos evitar y cómo adaptar tus entrenamientos mientras recuperas.

 

⛔ ¿Qué ejercicios están contraindicados?

Durante la fase aguda es importante evitar gestos repetitivos por encima de los 90° de elevación, como:

  • Press de hombro (especialmente con barra tras nuca)
  • Elevaciones frontales y laterales con peso elevado
  • Flexiones profundas
  • Ciertos ejercicios de crossfit o pádel sin control escapular

No se trata de dejar de moverse, sino de modificar la carga y el rango hasta que el tendón tolere el esfuerzo sin dolor.

 

🧊 ¿El frío o el calor ayuda?

Ambos pueden ser útiles en diferentes momentos:

  • Frío local (crioterapia): en la fase inicial si hay inflamación, para aliviar el dolor tras la actividad.
  • Calor (superficial o profundo): útil en fases subagudas o crónicas para mejorar la circulación, relajar musculatura y preparar el tejido para el ejercicio.

En Corporis, combinamos técnicas térmicas con tecnologías como la diatermia profunda o radiofrecuencia para acelerar la recuperación.

 

📉 ¿El dolor siempre significa daño?

No necesariamente. El dolor es una señal de alerta, pero no siempre indica lesión estructural grave. Puede haber dolor por sobrecarga funcional, mala biomecánica o tensión muscular sin que el tendón esté roto.
Por eso es clave una evaluación adecuada por parte de un fisioterapeuta, que combine pruebas clínicas y ecografía si es necesario.

 

💬 Si te duele el hombro al levantar el brazo o sospechas que puedes tener un pinzamiento y estás en Marbella o la zona de Costa del Sol, no esperes a que el dolor se cronifique. Pide cita y deja que nuestro equipo te ayude a recuperar la movilidad y la fuerza sin dolor.

 

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