epicondilitis o codo de tenista

EPICONDILITIS LATERAL: «CODO DE TENISTA» Y RECUPERACIÓN

,

La epicondilitis lateral (o epicondilalgia o epicondilitis humeral), comúnmente conocida como «codo de tenista», es una afección que afecta no solo a deportistas, sino también a personas que realizan movimientos repetitivos con el brazo, como trabajadores de oficina, pintores, carpinteros, entre otros. A continuación os queremos hablar en profundidad sobre qué es exactamente esta lesión, cómo se desarrolla y, lo más importante, los diferentes tratamientos disponibles para su recuperación.

 

¿Qué es la epicondilitis?

La epicondilitis es una inflamación de los tendones que se insertan en el epicóndilo lateral del codo, específicamente los músculos extensores de la muñeca y los dedos. Esta inflamación es resultado de microtraumatismos repetitivos que sobrecargan la musculatura del antebrazo, provocando dolor, debilidad y, en algunos casos, limitación funcional significativa.

 

Causas y factores de riesgo

Aunque el término «codo de tenista» sugiere una relación directa con este deporte, solo un pequeño porcentaje de los casos está relacionado con el tenis. La mayoría de los pacientes desarrollan esta condición debido a actividades repetitivas que implican el uso excesivo de la musculatura extensora del antebrazo. Entre los factores de riesgo más comunes se encuentran:

  • Movimientos repetitivos: Cualquier actividad que implique la repetición de movimientos de extensión de la muñeca y el codo puede desencadenar epicondilitis. Esto incluye desde el uso intensivo del ratón en la computadora hasta labores manuales como la carpintería o la jardinería.
  • Edad: La epicondilitis es más común en personas de entre 30 y 50 años, cuando los tendones comienzan a perder elasticidad y resistencia.
  • Técnica inadecuada: En deportistas, una técnica incorrecta al golpear la pelota o levantar pesas puede sobrecargar los tendones del codo.

 

Síntomas de la epicondilitis

Los síntomas más comunes de la epicondilitis incluyen:

  • Dolor en el codo: Este es el síntoma principal. El dolor suele localizarse en la parte externa del codo, aunque puede irradiarse hacia el antebrazo y la muñeca.
  • Debilidad: Muchas personas con epicondilitis sienten debilidad en el antebrazo, lo que dificulta tareas como agarrar objetos o levantar peso.
  • Rigidez y limitación de movimiento: La inflamación y el dolor pueden limitar la movilidad del codo y la muñeca.

 

Diagnóstico de la epicondilitis

El diagnóstico de la epicondilitis se basa en la historia clínica del paciente y un examen físico detallado. Durante el examen, el fisioterapeuta evalúa el área afectada, la fuerza del antebrazo y la respuesta al estiramiento de los tendones extensores. En algunos casos puede ser necesario realizar estudios de imagen como ecografías o resonancias magnéticas para descartar otras condiciones y evaluar la severidad de la lesión.

 

Tratamientos para la epicondilitis

La epicondilitis puede ser una condición difícil de tratar, especialmente si se ha dejado sin atención durante mucho tiempo. Sin embargo, existen múltiples opciones terapéuticas que han demostrado ser efectivas en la mayoría de los casos. A continuación, describimos los tratamientos más comunes que ofrecemos en Corporis Fisioterapia.

 

  1. Terapia manual

La terapia manual es una de las piedras angulares en el tratamiento de la epicondilitis. Esta incluye técnicas de movilización articular, liberación miofascial y estiramientos pasivos que buscan reducir la tensión en los músculos y tendones del antebrazo, mejorar la movilidad del codo y aliviar el dolor.

  • Movilización articular: Consiste en manipular las articulaciones del codo y la muñeca para mejorar su rango de movimiento y reducir la rigidez.
  • Liberación miofascial: Se enfoca en relajar las fascias y músculos que pueden estar tensos o acortados debido a la inflamación crónica.

En Corporis utilizamos técnicas avanzadas de terapia manual adaptadas a las necesidades individuales de cada paciente, lo que nos permite abordar eficazmente tanto el dolor como la limitación funcional.

 

  1. Ejercicios terapéuticos

El fortalecimiento y estiramiento de la musculatura del antebrazo son fundamentales en el proceso de recuperación. Los ejercicios terapéuticos se diseñan para mejorar la resistencia y flexibilidad de los músculos y tendones afectados, ayudando a prevenir recurrencias.

  • Ejercicios de fortalecimiento: Se enfocan en los músculos extensores y flexores del antebrazo, mejorando su capacidad para soportar cargas y movimientos repetitivos.
  • Estiramientos: Ayudan a mantener la longitud y elasticidad de los tendones, previniendo la rigidez.

Nuestros fisioterapeutas personalizan cada plan de ejercicios según el nivel de dolor y la capacidad funcional del paciente, asegurando una recuperación progresiva y segura.

 

  1. Terapia de Ondas de Choque

La terapia de ondas de choque es una de las técnicas más innovadoras para tratar la epicondilitis. Este tratamiento utiliza ondas acústicas de alta energía que se dirigen al área afectada, promoviendo la regeneración tisular, mejorando la circulación sanguínea y reduciendo el dolor.

  • Beneficios: Es especialmente efectiva en casos crónicos o resistentes a otros tratamientos, y suele ofrecer alivio significativo en pocas sesiones.

En Corporis contamos con equipos de última generación para aplicar ondas de choque, lo que nos permite ofrecer a nuestros pacientes una opción terapéutica avanzada con resultados probados.

 

  1. Electrolisis Percutánea Intratisular (EPI)

La EPI es una técnica mínimamente invasiva que consiste en la aplicación de corriente galvánica directamente en el tejido dañado, estimulando la reparación del tendón y eliminando las fibras degeneradas. Es una opción eficaz para tratar tendinopatías crónicas como la epicondilitis.

  • Cómo funciona: Se utiliza una aguja fina para acceder al tendón afectado, y a través de ella se aplica la corriente, lo que induce una respuesta inflamatoria controlada que facilita la regeneración del tejido.

Este tratamiento está disponible en Corporis Fisioterapia y ha mostrado resultados muy positivos en pacientes con epicondilitis crónica, reduciendo significativamente el tiempo de recuperación.

 

  1. Radiofrecuencia

La radiofrecuencia es otra modalidad que utilizamos para tratar la epicondilitis. Esta técnica implica la aplicación de energía de radiofrecuencia para generar calor en los tejidos profundos, lo que ayuda a reducir el dolor y mejorar la función.

  • Indicaciones: Es especialmente útil en pacientes con dolor persistente y en aquellos que han tenido una respuesta limitada a otros tratamientos.

La radiofrecuencia, combinada con otras terapias manuales y ejercicios, ofrece un enfoque integral para el tratamiento de la epicondilitis en clínica.

 

  1. Punción Seca

La punción seca es una técnica que utiliza agujas finas para desactivar puntos gatillo en los músculos. Estos puntos gatillo suelen ser responsables del dolor y la disfunción muscular en la epicondilitis.

  • Beneficios de la punción seca: Ayuda a relajar los músculos tensos, mejorar la circulación en el área afectada y aliviar el dolor de manera efectiva.

 

  1. Osteopatía

La osteopatía es un enfoque terapéutico que considera al cuerpo como una unidad interrelacionada. A través de técnicas manuales suaves, se busca restaurar el equilibrio y la funcionalidad de las estructuras musculoesqueléticas, incluyendo el codo.

  • Enfoque osteopático para la epicondilitis: Se enfoca no solo en el área afectada, sino también en otras partes del cuerpo que puedan estar contribuyendo al problema, como el cuello, la espalda o el hombro.

Nuestros osteópatas trabajan en conjunto con los fisioterapeutas para ofrecer un tratamiento completo que aborde todas las posibles causas de la epicondilitis.

 

Prevención de la epicondilitis

La prevención de la epicondilitis se basa en evitar la sobrecarga de los tendones y mantener una buena condición física general. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de realizar actividades físicas o laborales que impliquen movimientos repetitivos del brazo.
  • Ergonomía adecuada: Asegurarse de que las herramientas de trabajo, como el teclado y el ratón, estén bien posicionadas para evitar tensiones innecesarias en el antebrazo.
  • Fortalecimiento muscular: Incluir ejercicios de fortalecimiento para los músculos del antebrazo en la rutina regular de ejercicio.

 

¿Cuánto tiempo dura la recuperación?

El tiempo de recuperación de la epicondilitis varía según la gravedad de la lesión y la adherencia del paciente al tratamiento. En casos leves, se puede esperar una mejoría significativa en unas pocas semanas. Sin embargo, en casos más severos o crónicos, la recuperación puede tardar varios meses.

En Corporis Fisioterapia, diseñamos planes de tratamiento personalizados para cada paciente, con el objetivo de acelerar la recuperación y prevenir recurrencias. Nuestros pacientes suelen experimentar mejoras notables en su dolor y función después de 3 a 7 sesiones de tratamiento combinado.

 

La epicondilitis es una condición dolorosa y limitante, pero con el tratamiento adecuado, es posible lograr una recuperación completa. En Corporis Fisioterapia, ofrecemos una variedad de tratamientos avanzados y personalizados para abordar esta afección de manera integral, asegurando que cada paciente reciba la atención específica que necesita para volver a sus actividades diarias sin dolor.

Si experimentas síntomas de epicondilitis, te invitamos a agendar una cita con nuestros expertos para iniciar tu proceso de recuperación. ¡No dejes que el dolor te detenga!

Para más información y para agendar tu cita, puedes hacerlo a través de nuestra agenda online.