En nuestro post anterior os hablábamos de la axonotmesis y cómo puede causar pérdida de sensibilidad. Hoy, profundizamos en la neurotmesis, una forma aún más grave de lesión nerviosa. A diferencia de la primera, la neurotmesis implica un daño completo al nervio, lo que puede llevar a una pérdida de función más severa.

 

¿Qué es la neurotmesis y cómo se produce?

La neurotmesis (no confundir con ‘neurosis‘) es una lesión nerviosa severa que implica daño completo al nervio, afectando tanto al axón como a las estructuras de soporte del nervio (a diferencia de la axonotmesis, donde solo el axón estaba afectado), pero no así la mielina que lo protege. Esto puede conllevar en una pérdida significativa de función y, por supuesto, sensibilidad en la zona afectada. 😔

La neurotmesis suele ser causada por lesiones graves como traumas, cortes profundos, o accidentes. Por ejemplo, si te cortas el brazo con algo muy afilado, podrías dañar el nervio. En estos casos, el nervio se rompe y necesita una intervención para repararse.

A diferencia de otros tipos de lesiones nerviosas, la neurotmesis suele requerir un enfoque de tratamiento más intensivo, como la intervención quirúrgica para unir los extremos del nervio. La fisioterapia posterior a la cirugía juega un papel crucial en el proceso de recuperación, centrándose en restaurar el rango de movimiento, la fuerza y la coordinación. Su periodo de recuperación puede ser prolongado, ya que depende de la cirugía y la habilidad del nervio para regenerarse. El tiempo puede variar ampliamente.

 

¿Qué terapias o tratamientos fisioterapéuticos se utilizan para tratar la neurotmesis?

Con los avances en la medicina y la fisioterapia hay un creciente arsenal de tratamientos y terapias que pueden ayudar en el proceso de recuperación. A través de diversas técnicas y terapias, desde la fisioterapia podemos ayudar a restaurar la función, reducir el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por lesiones nerviosas. Entre otras, encontramos:

 

1. Estimulación eléctrica nerviosa (TENS)

La Estimulación Eléctrica Nerviosa Transcutánea (TENS) utiliza impulsos eléctricos para estimular los nervios afectados. Esta técnica es muy eficaz para reducir el dolor y mejorar la función nerviosa, ya que los impulsos eléctricos promueven la activación de las fibras nerviosas. La TENS es especialmente útil para aliviar el dolor neuropático y facilitar la regeneración nerviosa, haciendo que el proceso de recuperación sea más llevadero.

 

2. Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento

Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento están diseñados específicamente para mantener y mejorar la movilidad y fuerza en la zona afectada. Estos ejercicios son esenciales para prevenir la atrofia muscular, mantener el rango de movimiento y mejorar la función general. Al incluir estiramientos suaves y ejercicios con pesas ligeras o bandas de resistencia, se puede preservar la fuerza muscular y evitar la rigidez articular, facilitando una recuperación más completa.

 

3. Terapia de movilidad

La terapia de movilidad se enfoca en mejorar la movilidad de las articulaciones cercanas al nervio lesionado. Esta terapia es crucial para evitar contracturas y mantener la funcionalidad de las áreas afectadas. Mediante movilizaciones articulares pasivas y activas, ejercicios de amplitud de movimiento y técnicas de liberación articular, se puede mantener la flexibilidad y prevenir la rigidez, permitiendo que las articulaciones se mantengan en buen estado.

 

4. Masajes y manipulación de tejidos blandos

Los masajes y las técnicas de manipulación de tejidos blandos se centran en mejorar la circulación sanguínea y la movilidad en la zona afectada. Los masajes terapéuticos pueden aliviar el dolor, reducir la tensión muscular y promover la recuperación de los tejidos. Al utilizar técnicas como el masaje de tejido profundo y la liberación miofascial, se puede mejorar la movilidad y aliviar el dolor, facilitando así el proceso de rehabilitación.

 

5. Reeducación sensorial

La reeducación sensorial se enfoca en recuperar la sensibilidad en las áreas afectadas mediante técnicas de estimulación táctil y sensorial. Esta terapia es esencial para restablecer la percepción y la función en las zonas con pérdida de sensibilidad. Utilizando estímulos variados como diferentes texturas, temperaturas y presiones, así como ejercicios de discriminación sensorial, se puede mejorar la calidad de vida y la funcionalidad cotidiana, ayudando al paciente a adaptarse mejor a su entorno.

 

Desde la intervención quirúrgica hasta las técnicas de rehabilitación avanzadas, cada paso es crucial para restaurar la función y mejorar la vida de quienes sufren este tipo de lesión.

Si sufres de una lesión nerviosa o conoces a alguien que lo esté pasando, no dudes en buscar ayuda profesional. Un diagnóstico temprano y un plan de tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en el proceso de recuperación. La colaboración entre pacientes, profesionales de la salud y cuidadores puede marcar una gran diferencia en el manejo de estas lesiones complejas.

Recuerda que la prevención y el cuidado oportuno son esenciales para evitar complicaciones mayores. Consulta siempre a un profesional de la salud ante cualquier lesión o síntoma preocupante. Juntos, podemos enfrentar y superar los desafíos de las lesiones nerviosas.