artrosis degenerativa

Artritis degenerativa. Causas, síntomas, tipos y cómo combatirla con Fisioterapia

La osteoartritis, también conocida como artritis degenerativa, es una condición caracterizada por la degeneración del cartílago articular y el hueso subcondral (una zona blanda de los huesos que se localiza desde los cartílagos articulares hasta la médula ósea), lo que conduce a síntomas como dolor, sensibilidad, rigidez, bloqueo e hinchazón en las articulaciones. Esta enfermedad puede afectar a diversas articulaciones, siendo las más comunes las caderas, rodillas, columna y articulaciones de los dedos. La fisioterapia juega un papel crucial en el tratamiento de la osteoartritis, abordando tanto los síntomas como las causas de la enfermedad.

Causas y Epidemiología de la Osteoartritis

La osteoartritis es una enfermedad compleja con múltiples factores que contribuyen a su desarrollo y progresión. Comprender estas causas es fundamental para abordar adecuadamente la condición y proporcionar un tratamiento efectivo. Además, conocer su impacto epidemiológico nos ayuda a entender la magnitud de este problema.

Causas diversas:

  1. Factores genéticos: Existe una predisposición genética en algunas personas que las hace más propensas a desarrollar artritis. Las variaciones genéticas pueden afectar la estructura y función del cartílago articular, aumentando el riesgo de degeneración.
  2. Lesiones articulares previas: Traumatismos como fracturas articulares, luxaciones o lesiones de ligamentos pueden alterar la biomecánica de la articulación y predisponer al desarrollo de osteoartritis en el futuro, especialmente si no se trata adecuadamente.
  3. Obesidad: El exceso de peso corporal es también una causa importante. El peso ejerce una carga adicional sobre las articulaciones, especialmente las de carga como las rodillas y las caderas. Esta carga excesiva puede acelerar la degeneración del cartílago y aumentar el riesgo de osteoartritis.
  4. Inestabilidad articular: Condiciones que provocan una inestabilidad crónica en las articulaciones, como la laxitud ligamentosa o la inestabilidad post-traumática, pueden contribuir al desgaste prematuro del cartílago y al desarrollo de la osteoartritis.

Impacto epidemiológico:

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la osteoartritis es una de las principales enfermedades musculoesqueléticas en todo el mundo, con una alta carga de discapacidad y costos asociados al tratamiento y cuidado de los pacientes. La identificación temprana de factores de riesgo modificables como la obesidad, la falta de actividad física adecuada y la inestabilidad articular puede ayudar a prevenir o retrasar la progresión de la osteoartritis, destacando la importancia de intervenciones preventivas y de manejo temprano. En general, la artritis afecta en mayor medida a personas mayores. Sin embargo, también afecta en cierto modo a un segmento de población joven.

  • Personas mayores: La osteoartritis afecta de manera significativa a la población mayor, siendo una de las principales causas de discapacidad y pérdida de calidad de vida en este grupo de edad.
  • Trastorno secundario en personas jóvenes: Aunque menos común, la artritis también puede afectar a personas más jóvenes como consecuencia de lesiones traumáticas graves en las articulaciones o enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide.

Síntomas y categorización de la osteoartritis

Los síntomas de la artritis degenerativa pueden variar según la etapa de la enfermedad y la articulación afectada. Además, se categoriza en diferentes tipos según su origen y factores desencadenantes. Comprender estos aspectos es fundamental para un tratamiento eficaz a través de la fisioterapia.

Síntomas característicos

  1. Dolor articular: El dolor es uno de los síntomas más comunes y tempranos de la osteoartritis. Este dolor suele empeorar con la actividad y mejora con el reposo. En etapas avanzadas, el dolor puede persistir incluso en reposo.
  2. Rigidez articular: Los pacientes con osteoartritis experimentan rigidez en las articulaciones, especialmente después de períodos de inactividad prolongados como al levantarse por la mañana o después de estar sentado durante mucho tiempo. La rigidez tiende a disminuir con el movimiento.
  3. Hinchazón y sensibilidad: Las articulaciones afectadas pueden mostrar signos de hinchazón y sensibilidad alrededor de la articulación. Esto se debe a la inflamación localizada y al líquido sinovial adicional presente en la articulación.
  4. Limitación de movimiento: A medida que la enfermedad progresa, los pacientes pueden experimentar una disminución en el rango de movimiento de la articulación afectada. Esto puede dificultar actividades cotidianas como caminar, subir escaleras o agarrar objetos.
  5. Chirridos o cuerpos sueltos: Al mover la articulación, algunos pacientes pueden experimentar chirridos o crujidos, resultado del roce de huesos desgastados o de la presencia de cuerpos sueltos dentro de la articulación.
  6. Debilidad muscular: La falta de uso debido al dolor y la rigidez puede provocar una disminución en la fuerza muscular alrededor de la articulación afectada. Esto puede contribuir a una mayor inestabilidad articular y limitaciones funcionales.

 

¿Qué tipos principales hay?

La artritis degenerativa no es una enfermedad homogénea; se presenta en diferentes formas y con causas variadas. Comprender estas diferencias es crucial para un enfoque de tratamiento efectivo y personalizado en fisioterapia. Exploremos las categorías principales de la osteoartritis: la primaria, asociada al envejecimiento y desgaste natural de las articulaciones, y la secundaria, desencadenada por factores específicos como lesiones, obesidad o enfermedades inflamatorias.

  1. Artrosis primaria: También conocida como osteoartritis primaria, esta forma de la enfermedad se asocia principalmente con el envejecimiento y el desgaste natural de las articulaciones con el tiempo. Sin embargo, no todos los individuos envejecidos desarrollan osteoartritis, lo que sugiere que otros factores genéticos, metabólicos y ambientales también desempeñan un papel.
  2. Artrosis secundaria: En contraste, la osteoartritis secundaria se desarrolla como resultado de factores específicos, como lesiones articulares previas (por ejemplo, rotura del ligamento cruzado anterior), operaciones articulares, inestabilidad articular crónica, obesidad, enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide, entre otros. Estos factores pueden afectar directamente la función del cartílago articular y la distribución de las cargas dentro de la articulación, contribuyendo a la degeneración del cartílago y al desarrollo de la osteoartritis.

Prevención y tratamiento fisioterapéutico

La prevención y el tratamiento temprano juegan un papel crucial en la gestión efectiva de la osteoartritis. la fisioterapia desempeña un papel fundamental en la prevención de la progresión de la enfermedad y en el tratamiento de los síntomas asociados, centrando los esfuerzos en reducir el dolor, mejorar la función articular y promover la calidad de vida de los pacientes afectados por esta condición crónica.

  1. Reducción del dolor: Desde la fisioterapia utilizamos diversos medios físicos como electroterapia, ultrasonidos y técnicas de movilización para reducir el dolor y la inflamación en las articulaciones afectadas.
  2. Combatir la rigidez: El ejercicio especializado es fundamental para mejorar la elasticidad y combatir la rigidez articular, evitando así la inmovilización prolongada que agrava la condición.
  3. Fortalecimiento muscular y mejora de la función: Se diseñan programas de ejercicios para fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones afectadas, mejorar la coordinación y el equilibrio, y promover la funcionalidad en las actividades diarias.
  4. Intervención temprana: Es importante iniciar la rehabilitación cuanto antes para prevenir la progresión de la enfermedad y maximizar la capacidad funcional del paciente.

Herramientas y técnicas fisioterapéuticas para la osteoartritis

La fisioterapia ofrece una amplia gama de herramientas y técnicas que son fundamentales en el manejo de la artritis. Estas técnicas están diseñadas para aliviar el dolor, mejorar la movilidad articular, fortalecer los músculos circundantes y promover la función articular en general. Algunas de las principales herramientas y técnicas fisioterapéuticas que utilizamos en el tratamiento de la osteoartritis son:

  1. Ejercicios terapéuticos personalizados

Los ejercicios terapéuticos son una parte fundamental del tratamiento de la artritis degenerativa. Estos ejercicios se diseñan de manera personalizada para cada paciente, teniendo en cuenta la articulación afectada, el grado de afectación y las capacidades individuales. Algunos ejemplos de ejercicios son:

  • Ejercicios de rango de movimiento (ROM): Diseñados para mejorar la flexibilidad articular y mantener o aumentar el rango de movimiento en la articulación afectada.
  • Ejercicios de fortalecimiento muscular: Centrados en fortalecer los músculos alrededor de la articulación para proporcionar estabilidad y reducir la carga sobre la misma.
  • Ejercicios de equilibrio y propiocepción: Dirigidos a mejorar el equilibrio, la coordinación y la percepción sensorial de la articulación, reduciendo así el riesgo de caídas y lesiones.

 

  1. Terapia manual

La terapia manual es otra herramienta importante de la fisioterapia para la osteoartritis. Esta técnica involucra manipulaciones y movilizaciones realizadas por el fisioterapeuta para mejorar la movilidad articular, reducir la rigidez y aliviar el dolor. Algunas técnicas de terapia manual incluyen:

  • Masoterapia: Masajes terapéuticos que ayudan a relajar los músculos tensos y mejorar la circulación sanguínea en la zona afectada.
  • Manipulación articular: Movimientos suaves y controlados aplicados a la articulación para mejorar su movilidad y reducir la rigidez.
  • Estiramientos asistidos: Ayuda del terapeuta para realizar estiramientos específicos que mejoran la flexibilidad y reducen la tensión muscular.

 

  1. Modalidades físicas

Las modalidades físicas son herramientas adicionales utilizadas en la fisioterapia para el tratamiento de la osteoartritis. Estas modalidades pueden incluir:

  • Terapia con calor y frío: Aplicación de calor para relajar los músculos y frío para reducir la inflamación en la articulación afectada.
  • Ultrasonido: Uso de ondas sonoras de alta frecuencia para generar calor en los tejidos profundos y mejorar la circulación.
  • Electroterapia: Utilización de corrientes eléctricas para estimular los músculos y aliviar el dolor en la articulación.
  • Ondas de choque: Una técnica más avanzada que utiliza ondas acústicas para estimular la regeneración del tejido y reducir el dolor en articulaciones específicas.

 

  1. Educación y autocuidado

Además de las técnicas mencionadas, la educación del paciente y el autocuidado son aspectos clave en el tratamiento de la artritis. Desde la fisioterapia proporcionamos información sobre la enfermedad, consejos ergonómicos para actividades diarias y ejercicios para realizar en casa para mantener la funcionalidad y prevenir la progresión de la enfermedad.

Es importante destacar que cada paciente requiere un enfoque de tratamiento personalizado según sus necesidades específicas y el grado de afectación de la osteoartritis. Un programa de fisioterapia efectivo no solo se centra en aliviar los síntomas, sino también en mejorar la calidad de vida, la funcionalidad y la independencia del paciente en sus actividades diarias. La combinación adecuada de estas herramientas y técnicas bajo la supervisión de un fisioterapeuta especializado puede marcar una diferencia significativa en el manejo de la artritis y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes.

El enfoque integral de la fisioterapia en el tratamiento de la artritis no solo busca aliviar los síntomas, sino también mejorar la calidad de vida de los pacientes. Al reducir el dolor, mejorar la movilidad y fortalecer los músculos, los pacientes pueden recuperar la funcionalidad y participar activamente en sus actividades diarias. La fisioterapia desempeña así un papel crucial en el manejo de esta enfermedad crónica, ayudando a los pacientes a mantener una vida activa y saludable a pesar de los desafíos que presenta la osteoartritis.