BIOMECÁNICA DE LA MARCHA

BIOMECÁNICA DE LA MARCHA. CÓMO NOS AFECTA LA FORMA DE CAMINAR

 

Caminar es un proceso aparentemente simple pero extraordinariamente complejo. Este movimiento rutinario es el resultado de una compleja interacción entre múltiples sistemas musculoesqueléticos y neurológicos. Sin embargo, cuando este proceso se ve alterado, ya sea por desequilibrios musculares, lesiones neurológicas o anomalías en la estructura del cuerpo, pueden surgir una serie de complicaciones que afectan la salud y el bienestar. Esta conexión entre la biomecánica de la marcha y la generación de lesiones es de particular interés en el campo de la fisioterapia, donde comprender cómo nuestra forma de caminar puede contribuir al desarrollo de problemas musculoesqueléticos es esencial para el tratamiento y la prevención de lesiones.

 

La biomecánica de la marcha, un proceso fundamental en la movilidad humana, es un campo de estudio multidisciplinario que integra la anatomía, la fisiología y la mecánica para comprender cómo caminamos y cómo interactúan los diferentes sistemas musculoesqueléticos durante este proceso. La marcha es esencial para la vida cotidiana y se lleva a cabo mediante la interacción coordinada de músculos, huesos, articulaciones y el sistema nervioso central y periférico. Una comprensión detallada de la biomecánica de la marcha es crucial para los fisioterapeutas, ya que nos permite evaluar y tratar eficazmente una amplia gama de trastornos musculoesqueléticos y neurológicos. En este artículo, exploraremos en detalle la biomecánica de la marcha, centrándonos en las principales fases de la marcha, las alteraciones biomecánicas comunes y las estrategias de tratamiento utilizadas desde la fisioterapia.

 

Fases de la Marcha

La marcha se divide en dos fases principales: la fase de apoyo y la fase de balanceo. Durante la fase de apoyo, el pie contacta con el suelo, soporta el peso corporal y proporciona estabilidad mientras el cuerpo avanza hacia adelante. La fase de apoyo se subdivide a su vez en la fase inicial de contacto, la fase media de apoyo y la fase terminal de contacto. Durante la fase inicial de contacto, el talón golpea el suelo, absorbiendo el impacto inicial. En la fase media de apoyo, el pie se apoya completamente en el suelo y el peso del cuerpo se desplaza hacia adelante sobre el pie. Finalmente, en la fase terminal de contacto, el pie se despega del suelo para iniciar la fase de balanceo. Durante la fase de balanceo, la pierna se mueve hacia adelante en preparación para el siguiente paso.

Alteraciones Biomecánicas de la Marcha

Las alteraciones biomecánicas de la marcha pueden surgir debido a una variedad de factores, que incluyen lesiones musculoesqueléticas, desequilibrios musculares, deficiencias neurológicas y anomalías estructurales. Estas alteraciones pueden manifestarse como cambios en la cinemática (movimiento), cinética (fuerzas que producen movimiento) y/o actividad muscular durante la marcha. Algunas de las alteraciones biomecánicas más comunes incluyen:

  1. Pronación y Supinación Excesivas del Pie: La pronación excesiva se refiere al colapso del arco del pie hacia adentro, mientras que la supinación excesiva implica una elevación excesiva del arco del pie. Estas alteraciones pueden estar asociadas con el desarrollo de lesiones como la fascitis plantar, el síndrome de estrés tibial medial o la tendinitis aquílea, entre otras.
  2. Desequilibrios Musculares: Los desequilibrios en la fuerza y la activación muscular pueden afectar la estabilidad y el control durante la marcha, aumentando el riesgo de lesiones musculoesqueléticas. Por ejemplo, un debilitamiento de los músculos estabilizadores del core puede contribuir a la mala alineación de la pelvis y la columna vertebral, lo que puede dar lugar a lesiones lumbares y pélvicas.
  3. Alteraciones en la Marcha Debidas a Lesiones Neurológicas: Las condiciones neurológicas como el ictus, la esclerosis múltiple y la lesión de la médula espinal pueden alterar significativamente la biomecánica de la marcha. Por ejemplo, la espasticidad muscular, la debilidad muscular y la pérdida de sensibilidad pueden afectar la capacidad de una persona para caminar de manera eficiente y segura.
  4. Patrones de Marcha Asimétricos: Los patrones de marcha asimétricos, donde hay una discrepancia en la longitud o la fuerza de las extremidades inferiores, pueden aumentar el riesgo de lesiones debido a la carga desigual en las articulaciones y los músculos. Por ejemplo, una discrepancia en la longitud de las piernas puede provocar una marcha coja y aumentar la tensión en las articulaciones de la cadera y la rodilla del lado afectado.

 

Implicaciones para la Fisioterapia

La fisioterapia desempeña un papel crucial y multifacético en el tratamiento de las alteraciones biomecánicas de la marcha, ya que su objetivo principal es restaurar la función musculoesquelética óptima y prevenir la recurrencia de lesiones futuras. Como fisioterapeutas, comprendemos que cada individuo presenta una combinación única de factores que contribuyen a sus alteraciones biomecánicas, que pueden ser resultado de lesiones, desequilibrios musculares, patologías neurológicas o condiciones estructurales. Por lo tanto, adoptamos un enfoque personalizado y holístico en el tratamiento de cada paciente.

Nuestro enfoque terapéutico comienza con una evaluación exhaustiva de la marcha y la biomecánica corporal del paciente. A través de pruebas específicas y análisis detallados, identificamos las disfunciones biomecánicas específicas presentes en el individuo, así como los factores subyacentes que contribuyen a ellas. Esta evaluación nos proporciona una comprensión completa de las necesidades del paciente y nos guía en el desarrollo de un plan de tratamiento individualizado.

Una vez que hemos identificado las áreas problemáticas, empleamos una variedad de técnicas y modalidades de tratamiento para abordar las alteraciones biomecánicas. Esto puede incluir terapia manual para mejorar la movilidad articular y reducir la tensión muscular, ejercicios terapéuticos para fortalecer los músculos débiles y estirar los músculos acortados, así como técnicas de liberación miofascial para mejorar la función del tejido conectivo.

El entrenamiento de la marcha también es una parte integral de nuestro enfoque terapéutico. Proporcionamos instrucción detallada sobre la técnica adecuada de la marcha, corrigiendo la postura, la alineación de las extremidades y la distribución del peso para optimizar la eficiencia y la seguridad durante la actividad física.

Además de los aspectos físicos del tratamiento, reconocemos la importancia de la educación del paciente en la prevención de lesiones futuras. Proporcionamos orientación sobre el autocuidado, incluidas las técnicas de estiramiento y fortalecimiento, la elección del calzado adecuado y las modificaciones en el estilo de vida para promover la salud musculoesquelética a largo plazo.

 

En Corporis Fisioterapia adoptamos un enfoque integral y centrado en el paciente en el tratamiento de las alteraciones biomecánicas de la marcha. Nuestro objetivo es mejorar la función, aliviar el dolor y prevenir lesiones futuras, permitiendo que nuestros pacientes vuelvan a disfrutar de una vida activa y saludable. Ante cualquier dolencia relacionada con el sistema musculoesquelético no lo dudes y ponte en nuestras manos. Llámanos y cuéntanos tu caso.