Hoy 11 de febrero se recuerda y reivindica a nivel mundial el papel fundamental de la mujer y la niña en la ciencia, así como el de la mujer médica. Se trata -además de una lucha por los derechos igualitarios en la ciencia y la medicina- de un tributo a las mujeres que han dejado una huella significativa en estos campos y donde, por supuesto, también se encuentra incluida la fisioterapia.

A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado roles esenciales en el desarrollo y la evolución de la fisioterapia, contribuyendo con su experiencia y conocimiento para mejorar la salud y el bienestar de las personas en todo el mundo.

 

Antecedentes históricos de la mujer en la fisioterapia

Los orígenes de la fisioterapia se remontan a la antigüedad, donde se practicaban diversas formas de terapia física para tratar lesiones y enfermedades. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando la fisioterapia comenzó a desarrollarse como una disciplina estructurada y reconocida.

Durante la Primera Guerra Mundial, la fisioterapia ganó reconocimiento como una forma efectiva de rehabilitación para soldados heridos. Las mujeres jugaron un papel crucial en este esfuerzo, brindando atención física y emocional a los heridos y promoviendo el uso de técnicas de terapia física para mejorar la recuperación y la funcionalidad.

En la década de 1920, la fisioterapia comenzó a establecerse como una profesión formal, con la fundación de las primeras escuelas de fisioterapia en varios países. Las mujeres desempeñaron un papel destacado en estas instituciones, como estudiantes y como educadoras, contribuyendo al crecimiento y la expansión de la fisioterapia como disciplina académica y profesional.

 

Mujeres destacadas

A lo largo de la historia de la fisioterapia, muchas mujeres han dejado una marca indeleble en el campo con sus contribuciones innovadoras y su liderazgo inspirador.

Una de estas figuras destacadas es Mary McMillan, considerada la «madre fundadora» de la fisioterapia en los Estados Unidos. Fue la primera ayudante oficial de rehabilitación en EE. UU. y contribuyó significativamente al desarrollo y estructuración de la profesión.

También fisioterapeuta estadounidense, Florence Kendall revolucionó la práctica de la fisioterapia con su enfoque en la evaluación y el tratamiento basados en la evidencia. Kendall es ampliamente reconocida por su influyente libro «Músculos: Pruebas, Funciones y Dolores», que se ha convertido en un texto fundamental para fisioterapeutas de todo el mundo.

Pero hay mucha más, como Berta Bobath, fisioterapeuta alemana que desarrolló el enfoque de tratamiento conocido como «terapia de neurodesarrollo» para pacientes con trastornos neurológicos, ayudando a transformar la atención a pacientes con accidente cerebrovascular, parálisis cerebral y otras afecciones neurológicas, mejorando su calidad de vida y funcionalidad gracias a la fisioterapia o Jacquelin Perry -quien realizó investigaciones fundamentales sobre trastornos de la marcha y promovió la importancia de la toma de decisiones clínicas basadas en evidencia científica- que contribuyeron al desarrollo de la fisioterapia a lo largo de la historia.

En España, la historia de la mujer ligada a la fisioterapia es relativamente reciente. Entre las pioneras destacadas se encuentra Antonia Gómez Conesa, cuya trayectoria la posiciona como un paradigma de fisioterapeuta con roles destacados en la docencia, investigación y gestión de la profesión. Su trayectoria incluye haber sido directora del Departamento de Fisioterapia de la Universidad de Murcia y presidenta de la Asociación Española de Fisioterapeutas.

Pero hay otros referentes destacados, como Luisa Fúnez, reconocida por su contribución en la fisioterapia neurológica española y su difusión del concepto Bobath (por la ya citada Berta Bobath”, su labor incluye la presidencia de la Fundación Bobath y la creación del Centro de Tratamiento Integral de la Parálisis Cerebral en Madrid en 1982 o Rosa Serra Gabriel, primera mujer que ocuparía la presidencia de la Asociación Española de Fisioterapeutas.

La mujer es ahora mismo el pilar fundamental de la fisioterapia en nuestro país. Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2021 en España había un total de 66,178 fisioterapeutas colegiados, lo que representaba el 7% del conjunto de profesionales sanitarios en el país. Las mujeres suponen el 61.6%, tendencia que año a año sigue subiendo, ocupando una proporción significativa de la fuerza laboral en esta área de la salud.

 

Este Día Mundial de la Mujer Médica es una oportunidad para celebrar los logros de las mujeres en la medicina, incluida la fisioterapia y reconocer su papel fundamental en la mejora de la salud y el bienestar de las personas en todo el mundo. A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado roles clave en el desarrollo y la evolución de la medicina, contribuyendo con su experiencia, conocimiento y liderazgo y el campo de la fisioterapia no es menos. ¡Sigamos creciendo en todos los campos igual que hemos crecido en el de la fisioterapia y que generaciones futuras sigan avanzando, trabajando hacia un futuro más saludable y equitativo para todos.