lesiones asociadas al ciclismo

LESIONES ASOCIADAS AL CICLISMO

El uso excesivo de la bicicleta puede conllevar la aparición de lesiones asociadas al ciclismo que influyen en el rendimiento y la vida cotidiana de las personas afectadas. El tratamiento con un especialista fisioterapéutico podrá ayudar a resolver dichas dolencias, así como evitar la aparición de nuevas, mediante un tratamiento preventivo.

 

Hoy 3 de Junio se celebra el Día Mundial de la Bicicleta, un medio de trasporte que no deja de crecer y lo hace además a muy buen ritmo tras la pandemia.

Según el último Barómetro de la bicicleta, uno de los mayores estudios a nivel estatal sobre el uso de ésta, y que fecha del año 2022,  son más de 20 millones de personas en España la que hacen uso de ella de manera frecuente, siendo más de 8 Millones los que lo hacen de manera semanal. Valencia, Barcelona y Málaga son las ciudades donde se utiliza más la bicicleta para ir al trabajo; Además, Málaga y Barcelona destacan como ciudades donde más se utiliza la bici para otros desplazamientos.

Y es que, la bicicleta ha dejado de ser meramente una forma de entretenimiento y deporte para convertirse en un elemento más de nuestra vida diaria en aspectos laborales y cotidianos.

 

Pero, ¿qué supone este incremento de uso en la aparición de lesiones asociadas?

El ciclismo implica un alto grado de repetibilidad en la técnica de ejecución, por lo general, un ciclista promedio realizará más de 5000 repeticiones de pedaleo por hora. Por lo tanto, es frecuente que estas tensiones generadas por el uso excesivo tengan consecuencias en las articulaciones, los músculos y los nervios.

Para alguien que recién comienza a hacer un uso frecuente de la bici, pero también para atletas más experimentados, la protección contra los problemas de uso excesivo comienza con la posición en la bicicleta. Cada tipo de bicicleta tiene sus propios requisitos y el asesoramiento de un experto es fundamental. El tamaño del marco, la disposición del manillar, la altura e inclinación del sillín y, en definitiva, la preparación de todos los elementos de la bicicleta son de suma importancia. La unión del pie al pedal o la distancia de las manos al sillín son algunos de los elementos que asegurarán que el tendón de Aquiles, las rodillas, la cintura, los hombros o las muñecas no duelan.

Naturalmente, las lesiones son de esperar en un deporte dinámico. Aunque en relación con otros deportes, el ciclismo sigue siendo bastante seguro, aunque puede dar lugar a caídas, accidentes y lesiones por las condiciones del medio exterior (carretera, montaña, competición, condiciones climáticas, etc.) o insuficientes mecanismos de seguridad por parte del ciclista (cuidado de piezas mecánicas, casco, etc.)

 

¿Cuáles son las dolencias más comunes en los ciclistas?

Aquí te contamos algunas de estas lesiones y molestias más comunes en la práctica del ciclismo. Pero como siempre te decimos, la valoración y tratamiento debe correr a cargo de un especialista:

 

Fracturas de clavícula

Son las fracturas más comunes en ciclismo y suelen ocurrir durante caídas sobre el hombro. Allí, las fuerzas se transfieren a la clavícula y la obligan a romperse. La clavícula en sí no es un hueso altamente funcional, pero es necesaria para el movimiento de los hombros. Tras dichas caídas es imprescindible la visita al especialista y el uso de radiografías confirmará o rechazará la fractura de clavícula. Dependiendo de la gravedad del daño, rara vez sigue un tratamiento conservador (inmovilidad en el sobre) o un tratamiento quirúrgico. En ambos casos, la inmovilización con la consiguiente rigidez y dolor son los problemas más importantes a los que se enfrenta el paciente.

La fisioterapia mediante técnicas de movilización (Terapia Manual), ejercicios y otros medios de recuperación será un factor catalizador en la rehabilitación. El hueso debe cargarse y fortalecerse gradualmente (la posición del ciclista también lo requiere). Mejorar la fuerza y ​​la resistencia en los movimientos del hombro son objetivos clave para reintegrar al individuo a sus actividades anteriores.

 

Fracturas de escafoides

El escafoides es un pequeño hueso en la muñeca justo debajo del metacarpiano del pulgar (en la extensión de la base del pulgar). La rotura de este hueso es muy común debido principalmente a que el ciclista se cae y se apoya en el brazo para protegerse. Una fractura de escafoides muy a menudo no es evidente de inmediato en una radiografía simple y puede requerir un examen más especializado o una radiografía simple repetida 10-15 días después de la lesión.

La restauración del problema puede ser quirúrgica en casos severos, pero en la mayoría de los casos se requiere inmovilización conservadora durante unas 6 semanas. Desde el momento que comienza la movilización es necesario un programa de rehabilitación gradual y especializado con el fisioterapeuta para mejorar la función de la extremidad superior. Para un ciclista, una buena función manual pronto será esencial en el control de la dirección y los frenos.

 

Inflamación de músculos y huesos, contusiones, hematomas

Músculos, prominencias óseas y muchas otras partes vulnerables del cuerpo son muy comunes para lesionarse y ‘magullarse’ después de caídas en la bicicleta. En las caderas, muslos, rodillas, etc. lo coseremos a menudo. Como era de esperar, tales golpes hacen que el tejido blando o el hueso se hinchen, cambien de color y, por supuesto, duelan. El control de los síntomas se considera importante para cada persona con el objetivo final de la transición suave de la inflamación de una etapa a otra hasta la curación final. El hielo se ha utilizado tradicionalmente en las primeras 48 horas principalmente para controlar los síntomas (aunque ahora se cuestiona la eficacia del hielo, sigue siendo un poderoso medio de alivio). El ciclista debe estar atento a las heridas abiertas y cortes en la piel que son muy comunes en este tipo de caídas. Su gravedad debe ser revisada por el médico especialista. Los movimientos leves y la reintegración gradual del ciclista siguen a la reducción de la hinchazón y otros síntomas. Un tratamiento fisioterapéutico aliviará la tensión muscular ayudando a que estos recuperen su tamaño normal y a la regeneración de las fibras musculares.

 

Dolor de rodilla

El dolor de rodilla es probablemente el problema más común de los ciclistas. El alto grado de repetición en el pedaleo y la constante flexión-extensión de la rodilla son la causa más fuerte. La posición ideal sobre el pedal establece la rodilla directamente sobre los dedos de los pies. Sin embargo, esto no siempre sucede y, por lo tanto, se observan varios movimientos hacia adentro y hacia afuera u otras fuerzas que tensionan la rodilla. Así, pueden aparecer microlesiones y posibles inflamaciones en la articulación y/o en el resto de estructuras alrededor de la rodilla, como tendones, etc. Aquí también suele encontrarse el tendón de la Banda Iliotibial, que se encuentra en la parte exterior de la rodilla y se ha asociado con la posición incorrecta en la bicicleta (en su mayoría muy alta). La posición opuesta (demasiado baja y la rodilla entrando en una gran flexión) ha sido implicada con dolor principalmente sobre la rótula.

La atención integral de fisioterapia incluirá la evaluación adecuada del cuerpo y la articulación involucrada tanto estática como dinámicamente. Esto determinará las deficiencias, los factores clave de alivio, así como los parámetros que llevaron al problema y deben mejorarse. El tratamiento podría incluir técnicas de terapia manual, ejercicios para mejorar la flexibilidad y la fuerza, así como rehabilitación funcional. La evaluación de la posición y el movimiento sobre la bicicleta es sin duda un factor importante en la reinserción en la actividad.

 

Dolor de cuello

La mala postura sobre la bicicleta, la flexibilidad reducida, el tiempo excesivo sobre la bicicleta, la mala preparación de los parámetros de la bicicleta (volante, etc.) pueden ser algunas buenas razones para el dolor de cuello con Ciclismo. El dolor puede extenderse a la espalda, los hombros o incluso dar entumecimiento y hormigueo en las manos. Tras una buena evaluación del paciente-ciclista el tratamiento irá encaminado a disminuir el dolor y mejorar la actividad en la zona. Los ejercicios y la terapia manual son una buena combinación en el tratamiento de este tipo de problemas. El objetivo final es que el ciclista refuerce su posición sobre la bicicleta y fortalezca los tejidos alrededor del cuello para permitirle pedalear más tiempo sin dolor.

 

Lumbago

Es típico que un ciclista pase la mayor parte de su ejercicio inclinado, con su cuerpo hacia adelante y ejerciendo fuertes fuerzas sobre sus piernas. Una posición que probablemente parezca exigente para cualquier atleta principiante o incluso profesional y podría provocar dolor en la parte baja de la espalda. El encorvamiento prolongado es el principal culpable. Las vértebras, los discos intervertebrales, las articulaciones, los ligamentos, los músculos y los nervios se tensan y se someten a fuerzas. Esto puede causar inflamación y lesiones en la zona lumbar del ciclista, la mayoría de las veces temporales ya que el tratamiento puede ser catalítico. El tratamiento inmediato del problema de la espalda baja por parte del fisioterapeuta incluirá medios para aliviar el dolor y ejercicio. La mejora de la función articular, tejido nervioso y músculos alrededor de la pelvis (glúteos,

 

Tendinopatía de Aquiles (tendinitis)

Es más conocida como tendinitis, pero los nuevos datos la catalogan como tendinopatía debido a los complejos procesos en el tendón de Aquiles que van más allá de los límites de la inflamación. De cualquier manera, se presenta con dolor en el tendón que puede extenderse desde el talón hasta toda la superficie posterior del pie. El manejo del dolor con medios como el hielo en las primeras etapas del problema se considera tradicionalmente efectivo (aunque no cambiará sustancialmente la textura del problema). Las últimas investigaciones científicas muestran que el manejo de las cargas de los tendones a través de un programa de ejercicios fisioterapéuticos especializado es la forma de tratamiento más efectiva. Este se basa en el principio de cambiar las fibras de colágeno (tejido tendinoso dañado) con el objetivo de curarlo y restaurarlo.

 

Dolor en la pierna

El contacto del pie sobre el pedal y la presión constante ejercida pueden provocar dolor y disfunción en el pie del ciclista. El dolor puede provenir de daños en los tejidos blandos debajo del pie, de la presión sobre los nervios que pasan por el área o incluso de la presión sobre las prominencias óseas. El principio básico de evaluar estática y dinámicamente el pie dará mucha información sobre los factores que constituyen el problema. Esto debe incluir el zapato que puede causar problemas, la cala del pedal o incluso la posición del sillín, ya que esto tiene un impacto en la forma en que el pie empuja el pedal. Es posible que el uso de plantillas ortopédicas pueda ayudar a solucionar tales problemas.

 

Estas son algunas de las lesiones más frecuentes en la práctica del ciclismo, pero hay más. En Corporis Fisioterapia sabéis que estamos muy cerca de los deportistas, atendiendo a sus necesidades y ayudando en la preparación de sus competiciones. Sin embargo, cada vez nos llegan más casos de personas que, sin ser profesionales de este deporte, se ven afectados por una dolencia como consecuencia del uso continuo de la bicicleta, agravado también por otros aspectos de la vida cotidiana (sobreesfuerzos laborales, anomalías en la forma de caminar, etc.). Si te reconoces con alguno de estos problemas, no lo dudes y pregúntanos. Estaremos encantados de atenderte.